Tengo el corazón roto

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Cuando nos separamos de una pareja, sentimos su pérdida. Nos falta su compañía, su amor, su apoyo, el sentirnos seguros, conectados y acompañados.

Extrañamos las actividades que hacíamos juntos, las rutinas diarias, compartir tiempo y lugares comunes.

Más allá de si estábamos conviviendo o viviendo separados, o si llevábamos meses juntos o incluso años; nos cuesta olvidar todas las ilusiones que nos habíamos hecho de compartir nuestra vida.

Y es así como tras una separación, debemos atravesar un proceso difícil e inevitable que se llama Duelo.

El Duelo abarca un amplio rango de sentimientos, sensaciones físicas y conductas que son normales tras una separación. Una misma persona no necesariamente experimentará todas ellas, pero suele vivenciar algunas de las siguientes:

Los Sentimientos y Emociones más comunes son: enfado, tristeza, culpa, autorreproche, resentimiento, rencor, ansiedad, soledad, apatía, impotencia, shock.

Entre las Sensaciones Físicas tenemos: vacío en el estómago, opresión en el pecho, en la garganta, hipersensibilidad a los sonidos, falta de aire, debilidad muscular, falta de energía, sequedad en la boca, trastornos del sueño y alimentarios.

Y en cuanto a las Conductas frecuentes: observamos aislamiento social, soñar con nuestro ex, buscar y llamarlo esporádicamente y, a veces, intermitentemente, llorar, visitar lugares que se frecuentaban juntos o hasta evitarlos, llevar consigo elementos de esa persona o atesorar objetos que nos recuerden a él.

La persona angustiada tras una separación ha de atravesar una serie de fases antes de resolver finalmente el duelo:

1) Insensibilidad o estado de shock, en la que aún no procesamos la realidad de la ruptura.

2) Anhelo, en la que se desea que la persona vuelva a estar con nosotros y muchas veces hasta se niega que esto haya ocurrido. Se siente un vacío, como si algo dentro nos faltara.

3) Rabia, enfado, indignación por lo ocurrido. Podemos sentirnos desilusionados, decepcionados, desencantados. Fluctuamos entre querer vengarme por su actitud o culpable por no haber podido retenerlo.

4) Desorganización, nos resulta muy difícil manejarnos en esta nueva realidad. Aparece la desesperación y es un momento muy intenso a nivel personal. Comenzamos a tener miedo al futuro ya que lo vemos incierto. Miedo a quedarme solo, a no encontrar una nueva pareja, a no saber cómo volver a relacionarme, a no saber vivir solo y miedo a enfrentar esta nueva vida.

5) Reorganización, en dónde comenzamos poco a poco a equilibrarnos en el medio y empezamos a recuperar nuestra vida. Solemos buscar apoyo en la familia, amigos o a veces queremos simplemente estar solos. Pedimos consejos, pero muchas veces no nos sentimos comprendidos y apoyados como necesitamos. Por eso, el realizar una terapia y consultar a un profesional, nos ayudará a salir adelante y no quedarnos bloqueados en esta situación.

Para qué sirve la Terapia?

En consultorio trabajaremos juntos con el fin de que puedas:

  • Aceptar la realidad de la separación.
  • Trabajar con las emociones y el dolor. Aprender a sentirlas. A percibir como ellas se expresan también a través del cuerpo.
  • Guiarte acerca de los pasos a seguir para empezar a salir adelante.
  • Adaptarse a esta nueva realidad en donde tu ex ya no forma parte de tu vida.
  • Aprender nuevas formas de relacionarse.
  • Descubrir tus propios recursos y herramientas internas.
  • Enseñarte ciertos ejercicios y técnicas para ayudarte en el proceso de duelo.
  • Salir de la ruptura más fuerte y crecer emocionalmente.
  • Aprender ciertas técnicas y comportamientos nuevos para sentirte mejor y cambiar tu comportamiento en futuras relaciones · Sanar tu “corazón”.
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